Altos rencores.

Generalmente soy una persona "relajada" que está en pro de las segundas oportunidades cuando creo que lo amerita. Considero que no soy rencorosa, aferrada y demás cualidades que hacen que tu hígado secrete veneno de sólo pensar en "X" situación y/o persona.

Pero #yoconfieso que hay ciertas personas que sobrepasan mi capacidad de valemadrismo, que con solo verlas me dan ganas de escupirles en un ojo, que si bien las acepto en FB, Twitter "y así", no es para retomar la "amistad" sino para chismear un rato en qué hacen, qué son ahora y después de saciar mi curiosidad, a la chingada jaja (aunque hay quienes me cagan tanto que en automático selecciono la opción "reject" a la solicitud de amistad enviada por alguna red social). 

Y aunque hay gente que me dice "es que para qué, ya, déjalo ir/ dale una oportunidad/ habla con él/ella" soy ferviente creyente de que hay personas que no cambian, aquella chamaquita envidiosa cagante de la secundaria lo seguirá siendo toda su vida, la tipa loca de la universidad que actúa como si fuera una diva inalcanzable -aunque sea una vieja realmente fea y sin chiste- seguirá sintiendo que es el ombligo del mundo, aquel maestro con actitud prepotente que cree saberlo todo seguirá siendo así mientras tenga el poder de otorgarte un bonito 5, aquella chava de la prepa que cree que por  hablar de calzones en una sección de sexualidad en un "periódico" ya es super conocedora, la vieja mustia de la universidad a la que le gusta tu wey pero actúa como que no, aunque después de que corten te diga "sólo me invita por chelas, pero eso es todo" (jajajajajajajajajaja) y así muchos ejemplos más.

Y es por ello, que cada que me los topo, en un iHop, en algún rancho lejano, en los pasillos de la universidad y demás lugares inesperados -aunque gracias a dios no es tan seguido-, no puedo evitar sentir la boca del estómago como una piedra y si debo saludarlos lo hago con la mayor hipocresía posible.

¿Algún día se me pasará ese harto rencor? jajaja y no me vengan con consejos típicos de "ya déjalo ir, no vale la pena" porque como pueden ver,  no me ha sido posible y sé que de hecho no valen la pena, pero así es la mente humana, funciona de formas extrañas.

A lo mejor la opción es como alguna vez debrayamos por ahí, tener una bazuka y ¡¡órale!! A bazukazos a toda aquella persona incómoda e innombrable jajajajaja ¡sería la pura onda!

Pero de algo sí estoy segura, las personas mierderas, no cambian, por lo menos no hasta que algo muy intenso les pasa (es por ello que creo que el contacto con una bazuka podría ser un hecho lo suficientemente traumático para que sean mejores personas jajaja) 

¡Y pus así! :D