4.19.2010

La ruta del terror.

No, no fué una ruta larga, constó de sólo 5 cuadras, 2 de ida y 3 de vuelta, pero juro que con eso bastó. Todo inició el viernes pasado cuando me dirgí hacia lindavista con "Jovita" y "Eva" (sus nombres son ficticios para proteger su identidad), dejamos a Eva en unas calles de dicha colonia porque iba a un encuentro cercano de algún tipo y Jovita me dijo que me tenía una confesión, que si la podía acompañar a X dirección, hablamos con la persona que nos daría las indicaciones de cómo llegar (muy confusas por cierto, tuve que utilizar el GPS de Nokia aunque lo odio un poco) y cuando dimos con el lugar lo primero que pensé fué "me hubiera dicho a un lado del hotel Montevideo y en friega hubiera ubicado", digo, no porque lo conozca verdad, simple conocimiento de cuando he pasado a la basílica a rezarle a la virgen (ajá).

Bajamos, vimos de qué se trataba y fué ahí cuando inició todo, porque ¡¡no maaaaaaaaamen!! ¡Jovita maneja de la colaaaa! jajaja juro que pocas veces he estado aterrada al lado de un conductor como ese día, Jovita quería comprarse una caribe modelo del año del caldo, color verde, pintada como una onda "aceitosa", aunque he de confesar que no se veía tan mal, de primera instancia me dijo "wey manejala tu, tienes más experiencia", la vi con cara de "¿Qué diablos? ¡Si yo no sé ni madres de coches!" pero ante sus ojitos esperanzados le dije con cara de resignación "vamos pues". La manejé solo 1 cuadra, es el volante más duro que he tenido en mis manos hasta el momento y por si fuera poco el asiento no se movía entonces sentía los pedales super cerca, no, mal mal mal, pasada esa cuadra Jovita me dijo "déjame manejarla", como que le había dado pena llevársela directamente de las manos del propietario y segundos después comprendí porqué. 

Jovita no sabe el significado de los topes, los pasa como si fuera solo un diminuto montecito de cemento y su experiencia al volante es mínima, me atrevería a decir que nula, tiene a la típica mamá que no le suelta el coche por miedo a que lo desmadre. Y por si fuera poco, llegó un punto en que tenía una camioneta al lado que yo juraba nos daría un golpe, pasadas 2 cuadras, teníamos que dar vuelta en U para retornar a la calle de donde veníamos y yo juraba que nos estamparíamos en cualquier momento. Entre risas y estrés yo trataba de decirle más o menos hacia donde y cómo para tomar el camino de regreso.

Si me hubieran tomado una foto, así hubiera sido,
a lo mejor solo un poco más histérica ;)

En total 5 cuadras, las cuadras más aterradoras de mi vida, porque independientemente de que manejara no tan bien, el coche ni siquiera era de ella aún, llegamos con el propietario y creo que ni siquiera estaba en alto total el coche cuando yo ya estaba abajo. Le dijo que si le interesaba y demás. El dueño le dijo que ese día iban a ir otras personas a ver el curioso cochesito, pero que si ella le dejaba así como un "depósito" él se lo apartaba, con la mayor inocencia posible Jovita le dijo que no traía mucho dinero, pero que tenía $100 pesos, yo pensé que el vendedor le diría "ay no juegues ¿como $100 pesos?" pero para mi sorpresa, los aceptó. Nunca había visto a alguien que aceptara esa cantidad para apartar un coche, bueno, más la mejor de las voluntades de la Jovis.

Ya con una sonrisa en los labios y solo un poco más relajadas, nos dirigimos a mi coche a emprender la retirada de ahí, obvio en el camino fué mencionada mi cara de terror y Jovita dijo "fué como si se te hubiera aparecido una aparición".

Y así, terminaron los cinco minutos más estresantes de mi vida en los últimos tiempos y he prometido jamás subirme al coche cuando Jovita lleve el volante. 

Ok ok, a lo mejor después de unos años cuando tenga más experiencia. 

Y al final, ni lo compró (ni recuperó sus $100 pesos jajaja) ¡Que cosas!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jejejejeje que buena aventura... jejejeje

hasta eso yo alguna vez tomé un pequeño tour en tu vehiculo (osease rai al trabajo) jajajajaja... y fue una aventura agradable

saludos

OSO

LuNa dijo...

Ñañitas!! Te entiendo perfectamente, yo lo parezco todos los días en la mañana que Nikolle toma el carro para darme raite, pero pues raite es raite y el chiquilín va más cómodo que en el camión. Menos mal que saliste viva =P